Castilla y León es una comunidad autónoma española constituida en 1983 cuyo territorio se sitúa en la parte norte de la meseta de la península Ibérica y se corresponde mayoritariamente con la parte española de la cuenca del Duero. Está compuesta por las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Es la comunidad autónoma con mayor extensión de España y la tercera región más extensa de la Unión Europea.[3] Tal y como el Estatuto de Autonomía de Castilla y León declara en su preámbulo (2007)
El Estatuto de Autonomía define una serie de valores esenciales y símbolos de los habitantes de Castilla y León, como su patrimonio lingüístico (aludiendo a la lengua castellana y al resto de lenguas habladas en la comunidad: el leonés y el gallego) o su patrimonio histórico, artístico y natural. Entre los símbolos se encuentran el blasón, la bandera, el pendón, el himno (pese a que no existe), al tiempo que el 23 de abril queda definido como Día de Castilla y León, en conmemoración de la derrota sufrida por los ejércitos de las Comunidades de Villa y Tierra castellanas en la batalla de Villalar durante la Guerra de las Comunidades, en 1521.
Organización territorial
Provincias de Castilla y León
Castilla y León limita al norte con el Principado de Asturias, Cantabria y el País Vasco, al este con La Rioja y Aragón, al sur con Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura y al oeste con Galicia y Portugal. Consta de nueve provincias: Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora. Las capitales provinciales recaen en las ciudades homónimas a sus provincias correspondientes.
Se reconoce la concurrencia de unas características geográficas, sociales, históricas y económicas en la comarca de El Bierzo creándose la Comarca de El Bierzo.[5] (administrada por el Consejo Comarcal del Bierzo).
Se reconoce la concurrencia de unas características geográficas, sociales, históricas y económicas en la comarca de El Bierzo creándose la Comarca de El Bierzo.[5] (administrada por el Consejo Comarcal del Bierzo).
Instituciones autonómicas
El Estatuto de Autonomía no establece explícitamente una capital. Inicialmente las Cortes se instalaron de forma provisional en Burgos; también se discutió la posibilidad de fijar una capitalidad en Tordesillas, aunque la decisión final fue instalar las Cortes de manera provisional en el castillo de Fuensaldaña.
Sede de las Cortes de Castilla y León
El Estatuto de Autonomía no establece explícitamente una capital. Inicialmente las Cortes se instalaron de forma provisional en Burgos; también se discutió la posibilidad de fijar una capitalidad en Tordesillas, aunque la decisión final fue instalar las Cortes de manera provisional en el castillo de Fuensaldaña.
Sede de las Cortes de Castilla y León
Finalmente, mediante las leyes autonómicas 13/1987 y 14/1987, aprobadas simultáneamente, se decidió respectivamente establecer que la Junta de Castilla y León —el gobierno de la Comunidad—, su Presidente, y las Cortes —el órgano legislativo— tuvieran su sede en la ciudad de Valladolid; y que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León tuviera su sede en Burgos. Esto permite la interpretación de considerar como capitales de facto a Valladolid, en términos ejecutivos y legislativos, y a Burgos, en términos judiciales. Las principales instituciones autonómicas son las siguientes:
Junta de Castilla y León, con sede en Valladolid, es el ejecutivo regional, formado por el Presidente de la Junta, los vicepresidentes y los consejeros
Cortes de Castilla y León, con sede en Valladolid
Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, con sede en Burgos
Consejo Consultivo de Castilla y León, con sede en Zamora
Consejo de Cuentas de Castilla y León, con sede en Palencia
Procurador del Común, con sede en León
Consejo Económico y Social de Castilla y León, con sede en Valladolid
tablas:
Ríos y capitales de provincia por donde pasan
El Duero a su paso por Zamora
El Tormes a su paso por Salamanca
Capital por donde pasa
Río
Desembocadura
Otras localidades por donde pasa
Ávila
Adaja
Duero en Villamarciel
Tordesillas y Arévalo
Burgos
Arlanzón
Arlanza
Arlanzón (Burgos), Pampliega
León
Bernesga
Esla
La Robla
Palencia
Carrión
Pisuerga en Dueñas
Guardo, Carrión de los Condes, Palencia y Dueñas.
Salamanca
Tormes
Duero en Fermoselle
Guijuelo y El Barco de Ávila
Segovia
Eresma
Adaja en Matapozuelos
Coca
Soria y Zamora
Duero
Océano Atlántico en Oporto
Almazán, Aranda de Duero, Toro, Tordesillas, Aldeadavila de la Ribera y Vilvestre
Valladolid
Pisuerga
Duero en Geria
Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga, Venta de Baños, Dueñas, Tariego de Cerrato y Simancas
El Duero a su paso por Zamora
El Tormes a su paso por Salamanca
Capital por donde pasa
Río
Desembocadura
Otras localidades por donde pasa
Ávila
Adaja
Duero en Villamarciel
Tordesillas y Arévalo
Burgos
Arlanzón
Arlanza
Arlanzón (Burgos), Pampliega
León
Bernesga
Esla
La Robla
Palencia
Carrión
Pisuerga en Dueñas
Guardo, Carrión de los Condes, Palencia y Dueñas.
Salamanca
Tormes
Duero en Fermoselle
Guijuelo y El Barco de Ávila
Segovia
Eresma
Adaja en Matapozuelos
Coca
Soria y Zamora
Duero
Océano Atlántico en Oporto
Almazán, Aranda de Duero, Toro, Tordesillas, Aldeadavila de la Ribera y Vilvestre
Valladolid
Pisuerga
Duero en Geria
Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga, Venta de Baños, Dueñas, Tariego de Cerrato y Simancas
Patrimonio lingüístico
Además del castellano, en Castilla y León se hablan otros tres idiomas o variedades lingüísticas en zonas reducidas de la comunidad: el leonés, que "será objeto de protección específica [...] por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad", el gallego, el cual, según recoge el estatuto de autonomía, "gozará de respeto y protección en los lugares en que habitualmente se utilice" (fundamentalmente, en las zonas limítrofes con Galicia de las comarcas de El Bierzo y Sanabria). Además, en la comarca salmantina del Rebollar, se habla una modalidad de extremeño[6] conocida como Habla del Rebollar.
Además del castellano, en Castilla y León se hablan otros tres idiomas o variedades lingüísticas en zonas reducidas de la comunidad: el leonés, que "será objeto de protección específica [...] por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad", el gallego, el cual, según recoge el estatuto de autonomía, "gozará de respeto y protección en los lugares en que habitualmente se utilice" (fundamentalmente, en las zonas limítrofes con Galicia de las comarcas de El Bierzo y Sanabria). Además, en la comarca salmantina del Rebollar, se habla una modalidad de extremeño[6] conocida como Habla del Rebollar.
Relieve
La morfología de Castilla y León está formada, en su mayor parte, por la Meseta y un cinturón de relieves montañosos. La Meseta es una altiplanicie, que tiene una altitud media cercana a los 800 m, está cubierta por materiales arcillosos depositados que han dado lugar a un paisaje seco y árido.
Siguiendo la morfología de la zona se pueden observar: al norte, las montañas de las provincias de Palencia y de León con cumbres altas y espigadas y las montañas de la provincia de Burgos, dividas en dos partes por el desfiladero de Pancorbo, vía de unión entre el País Vasco y Castilla. De éstas, la parte norte pertenece a la cordillera Cantábrica y llega hasta la ciudad de Burgos. La zona este-sureste, perteneciente al sistema Ibérico. En la parte noroeste se extienden las montañas de Zamora, con picos amesetados por la erosión. Al este, en las montañas sorianas, se puede apreciar el sistema Ibérico, presidido por el Moncayo, su cumbre más alta. Separando la Meseta septentrional de la meridional, al sur, se levanta el Sistema Central donde se encuentran la Sierra de Gata y la Sierra de Gredos en la mitad oeste y la Sierra de Guadarrama y la Sierra de Ayllón en la mitad este.
La morfología de Castilla y León está formada, en su mayor parte, por la Meseta y un cinturón de relieves montañosos. La Meseta es una altiplanicie, que tiene una altitud media cercana a los 800 m, está cubierta por materiales arcillosos depositados que han dado lugar a un paisaje seco y árido.
Siguiendo la morfología de la zona se pueden observar: al norte, las montañas de las provincias de Palencia y de León con cumbres altas y espigadas y las montañas de la provincia de Burgos, dividas en dos partes por el desfiladero de Pancorbo, vía de unión entre el País Vasco y Castilla. De éstas, la parte norte pertenece a la cordillera Cantábrica y llega hasta la ciudad de Burgos. La zona este-sureste, perteneciente al sistema Ibérico. En la parte noroeste se extienden las montañas de Zamora, con picos amesetados por la erosión. Al este, en las montañas sorianas, se puede apreciar el sistema Ibérico, presidido por el Moncayo, su cumbre más alta. Separando la Meseta septentrional de la meridional, al sur, se levanta el Sistema Central donde se encuentran la Sierra de Gata y la Sierra de Gredos en la mitad oeste y la Sierra de Guadarrama y la Sierra de Ayllón en la mitad este.
Evolución geológica
Las Médulas, El Bierzo
La Meseta septentrional está constituida por zócalos paleozoicos. Al principio de la era Secundaria, una vez finalizado el plegamiento herciniano que elevó la actual Centroeuropa y la zona galaica de España, los materiales depositados fueron arrastrados por la acción erosiva de los ríos.
Durante el plegamiento alpino, los materiales que formaban la meseta se rompieron por múltiples puntos. De esta fractura se elevaron los montes de León, con montañas de no mucha altura y, constituyendo la espina dorsal de la Meseta, la cordillera Cantábrica y el sistema Central, formado de materiales como el granito o las pizarras metamórficas.
Esta configuración geológica ha permitido afloramientos de agua minero-medicinal y/o termal, aprovechados ahora o en el pasado, en Almeida de Sayago, Boñar, Calabor, Caldas de Luna, Castromonte, Cucho, Gejuelo del Barro, Morales de Campos, Valdelateja y Villarijo, entre otros lugares.
Las Médulas, El Bierzo
La Meseta septentrional está constituida por zócalos paleozoicos. Al principio de la era Secundaria, una vez finalizado el plegamiento herciniano que elevó la actual Centroeuropa y la zona galaica de España, los materiales depositados fueron arrastrados por la acción erosiva de los ríos.
Durante el plegamiento alpino, los materiales que formaban la meseta se rompieron por múltiples puntos. De esta fractura se elevaron los montes de León, con montañas de no mucha altura y, constituyendo la espina dorsal de la Meseta, la cordillera Cantábrica y el sistema Central, formado de materiales como el granito o las pizarras metamórficas.
Esta configuración geológica ha permitido afloramientos de agua minero-medicinal y/o termal, aprovechados ahora o en el pasado, en Almeida de Sayago, Boñar, Calabor, Caldas de Luna, Castromonte, Cucho, Gejuelo del Barro, Morales de Campos, Valdelateja y Villarijo, entre otros lugares.
Ríos
La principal red hidrográfica de Castilla y León está constituida por el río Duero y sus afluentes. Desde su nacimiento en los Picos de Urbión, en Soria, hasta su desembocadura en la ciudad portuguesa de Oporto, el Duero recorre 897 km. Del norte descienden el Pisuerga, el Valderaduey y el Esla, sus afluentes más caudalosos y por el este, con menor agua en sus caudales, destacan el Adaja y el Duratón. Después de pasar la ciudad de Zamora, el Duero se encajona entre las montañas de las Arribes, haciendo frontera con Portugal. Por la margen izquierda le llegan importantes afluentes como el Tormes, el Huebra, el Águeda, el Coa y el Paiva, todos procedentes del sistema Central. Por la derecha le llegan el Sabor, el Tua y el Támega, nacidos en el macizo Galaico. Pasados los Arribes, el Duero gira hacia el oeste adentrándose en Portugal hasta desembocar en el Atlántico.
Sin embargo, la Cuenca del Duero no es la única, ya que también están la del Ebro, en Palencia, Burgos y Soria (río Jalón), la del Miño en León, la del Tajo en Salamanca (río Alagón) y la Cantábrica en algunas provincias por las que pasa la Cordillera Cantábrica.
La principal red hidrográfica de Castilla y León está constituida por el río Duero y sus afluentes. Desde su nacimiento en los Picos de Urbión, en Soria, hasta su desembocadura en la ciudad portuguesa de Oporto, el Duero recorre 897 km. Del norte descienden el Pisuerga, el Valderaduey y el Esla, sus afluentes más caudalosos y por el este, con menor agua en sus caudales, destacan el Adaja y el Duratón. Después de pasar la ciudad de Zamora, el Duero se encajona entre las montañas de las Arribes, haciendo frontera con Portugal. Por la margen izquierda le llegan importantes afluentes como el Tormes, el Huebra, el Águeda, el Coa y el Paiva, todos procedentes del sistema Central. Por la derecha le llegan el Sabor, el Tua y el Támega, nacidos en el macizo Galaico. Pasados los Arribes, el Duero gira hacia el oeste adentrándose en Portugal hasta desembocar en el Atlántico.
Sin embargo, la Cuenca del Duero no es la única, ya que también están la del Ebro, en Palencia, Burgos y Soria (río Jalón), la del Miño en León, la del Tajo en Salamanca (río Alagón) y la Cantábrica en algunas provincias por las que pasa la Cordillera Cantábrica.
Lagos y embalses
Además de los ríos, la cuenca del Duero también alberga gran cantidad de lagos y lagunas como la Laguna Negra, en los Picos de Urbión, la Laguna Grande, en Gredos, el Lago de Sanabria, en Zamora o la Laguna de la Nava en Palencia. También destacan una gran cantidad de embalses, alimentados por el agua proveniente de las lluvias y el deshielo de las cumbres nevadas. Así pues Castilla y León a pesar de no tener unas precipitaciones lluviosas abundantes es una de las comunidades de España con más nivel de agua embalsada.
Además de los ríos, la cuenca del Duero también alberga gran cantidad de lagos y lagunas como la Laguna Negra, en los Picos de Urbión, la Laguna Grande, en Gredos, el Lago de Sanabria, en Zamora o la Laguna de la Nava en Palencia. También destacan una gran cantidad de embalses, alimentados por el agua proveniente de las lluvias y el deshielo de las cumbres nevadas. Así pues Castilla y León a pesar de no tener unas precipitaciones lluviosas abundantes es una de las comunidades de España con más nivel de agua embalsada.
Clima
Castilla y León tiene un clima mediterráneo continentalizado, con inviernos largos y fríos, con temperaturas medias de entre 4 y 7 °C en enero y veranos cortos y calurosos (medias de 19 a 22º), pero con los tres o cuatro meses de aridez estival característicos del clima mediterráneo. La pluviosidad, con una media de 450-500 mm anuales, es escasa, acentuándose en las tierras más bajas.
Factores climáticos
Debido a la barrera montañosa de Castilla y León, los vientos marítimos quedan frenados, deteniendo de ese modo las precipitaciones. Debido a eso, las lluvias caen de una manera muy desigual en el territorio castellanoleonés. Mientras que en el centro de la cuenca del Duero se registra una media anual de 450 mm, en las comarcas occidentales de los montes de León y la cordillera cantábrica las precipitaciones llegan a los 1.500 mm al año.
La elevada altitud de la Meseta y sus montañas acentúa el contraste entre las temperaturas del invierno y el verano, así como las del día y la noche.
Regiones climáticas
Aunque Castilla y León está encuadrada dentro del clima continental, en sus tierras se distinguen distintos dominios climáticos:
Al norte, en la parte más elevada de la cordillera Cantábrica, se aprecia un clima atlántico, de suaves inviernos y veranos templados, mientras que en las zonas menos elevadas de la misma sierra, el terreno muestra las características típicas de las regiones atlánticas de montaña, con inviernos muy fríos.
La parte central de la Meseta está dominada por el clima mediterráneo continental, con veranos calurosos e inviernos especialmente severos, menos la parte este de Zamora, dominada por un clima todavía mucho más seco.
En las zonas montañosas del nordeste, el este y el sur, el clima es típicamente mediterráneo de montaña, con lluvias poco abundantes, veranos calurosos e inviernos fríos.
Castilla y León tiene un clima mediterráneo continentalizado, con inviernos largos y fríos, con temperaturas medias de entre 4 y 7 °C en enero y veranos cortos y calurosos (medias de 19 a 22º), pero con los tres o cuatro meses de aridez estival característicos del clima mediterráneo. La pluviosidad, con una media de 450-500 mm anuales, es escasa, acentuándose en las tierras más bajas.
Factores climáticos
Debido a la barrera montañosa de Castilla y León, los vientos marítimos quedan frenados, deteniendo de ese modo las precipitaciones. Debido a eso, las lluvias caen de una manera muy desigual en el territorio castellanoleonés. Mientras que en el centro de la cuenca del Duero se registra una media anual de 450 mm, en las comarcas occidentales de los montes de León y la cordillera cantábrica las precipitaciones llegan a los 1.500 mm al año.
La elevada altitud de la Meseta y sus montañas acentúa el contraste entre las temperaturas del invierno y el verano, así como las del día y la noche.
Regiones climáticas
Aunque Castilla y León está encuadrada dentro del clima continental, en sus tierras se distinguen distintos dominios climáticos:
Al norte, en la parte más elevada de la cordillera Cantábrica, se aprecia un clima atlántico, de suaves inviernos y veranos templados, mientras que en las zonas menos elevadas de la misma sierra, el terreno muestra las características típicas de las regiones atlánticas de montaña, con inviernos muy fríos.
La parte central de la Meseta está dominada por el clima mediterráneo continental, con veranos calurosos e inviernos especialmente severos, menos la parte este de Zamora, dominada por un clima todavía mucho más seco.
En las zonas montañosas del nordeste, el este y el sur, el clima es típicamente mediterráneo de montaña, con lluvias poco abundantes, veranos calurosos e inviernos fríos.
Historia
Acueducto de Segovia. Segovia.
La comunidad autónoma de Castilla y León es el resultado de la unión en 1983 de nueve provincias: las tres que, tras la división territorial de 1833, por la que se crearon las provincias, se adscribieron a la Región de León y seis adscritas a Castilla la Vieja, exceptuando en este último caso las provincias de Santander (actual Comunidad Autónoma de Cantabria) y Logroño (actual Comunidad Autónoma de La Rioja).
En el caso de Cantabria se defendió la creación de una comunidad autónoma por motivos históricos, culturales y geográficos, mientras que en La Rioja el proceso resultó más complejo debido a la existencia de tres vías, fundamentadas tanto en motivos históricos como socio-económicos: unión a Castilla y León (UCD), unión a una comunidad vasco-navarra (PSOE, PCE)[cita requerida] o creación de una autonomía uniprovincial, opción tomada ante el apoyo mayoritario de su población.
También en la comarca de El Bierzo (única comarca con identidad jurídica propia reconocida por Ley en Castilla y León) existen movimientos socio-políticos (no solo en los partidos de ámbito regionalista), que reivindican una mayor autonomía para El Bierzo y a través del aumento de competencias del Consejo Comarcal del Bierzo y/o la recuperación de la extinguida Provincia de El Bierzo e incluso una autonomía uniprovincial. También hay sectores que reivindican que El Bierzo pase a formar parte de la Comunidad Autónoma Gallega.
Acueducto de Segovia. Segovia.
La comunidad autónoma de Castilla y León es el resultado de la unión en 1983 de nueve provincias: las tres que, tras la división territorial de 1833, por la que se crearon las provincias, se adscribieron a la Región de León y seis adscritas a Castilla la Vieja, exceptuando en este último caso las provincias de Santander (actual Comunidad Autónoma de Cantabria) y Logroño (actual Comunidad Autónoma de La Rioja).
En el caso de Cantabria se defendió la creación de una comunidad autónoma por motivos históricos, culturales y geográficos, mientras que en La Rioja el proceso resultó más complejo debido a la existencia de tres vías, fundamentadas tanto en motivos históricos como socio-económicos: unión a Castilla y León (UCD), unión a una comunidad vasco-navarra (PSOE, PCE)[cita requerida] o creación de una autonomía uniprovincial, opción tomada ante el apoyo mayoritario de su población.
También en la comarca de El Bierzo (única comarca con identidad jurídica propia reconocida por Ley en Castilla y León) existen movimientos socio-políticos (no solo en los partidos de ámbito regionalista), que reivindican una mayor autonomía para El Bierzo y a través del aumento de competencias del Consejo Comarcal del Bierzo y/o la recuperación de la extinguida Provincia de El Bierzo e incluso una autonomía uniprovincial. También hay sectores que reivindican que El Bierzo pase a formar parte de la Comunidad Autónoma Gallega.
Economía
Tasa de desempleo
En julio de 2009, en plena crisis económica, el paro alcanzó el 14.14% de la población,[14] cuando en 2007 era la mitad, 6.99%.[15]
Sector primario
El campo
Pueblo de Villarejo de Órbigo, León, típica población rural de la Ribera del Órbigo.
Los campos de Castilla y León son áridos y secos aunque muy fértiles, predominando en ellos el cultivo de secano. Pese a eso, el regadío ha ido ganando importancia en las zonas de los valles del Duero, el Pisuerga y el Tormes. La escasa orografía y la mejora de comunicaciones ha favorecido la entrada de innovaciones técnicas en todo el proceso de producción agrícola, sobre todo en áreas como la Provincia de Valladolid o la Provincia de Burgos donde la producción por hectárea es de las más elevadas de España. El área más fértil castellanoleonesa coincide con el valle del Esla, en León, en los campos de Valladolid y en Tierra de Campos, una comarca que se extiende entre Zamora, Valladolid, Palencia y León.
Uso del suelo cultivable
Vinos con Denominación de Origen de Castilla y León
Castilla y León dispone de una superficie agrícola cercana a los 5.783.831 hectáreas, lo cual supone más de la mitad del total de la superficie de su territorio total. La mayor parte de las tierras de labor son de secano, debido al clima y a las escasas lluvias. Sólo un 10 % de la superficie se explota en régimen de regadío, con parcelas de producción intensiva, mucho más rentables que los cultivos de secano.
Pese al descenso de la población en las zonas rurales, la producción agrícola castellanoleonesa todavía representa un 15 % del sector primario español y su media de ocupación es inferior a la de otras comunidades autónomas.
Tipos de cultivo
Castilla y León constituye una de las principales zonas cerealísticas españolas. Como el dicho popular dice: «Castilla, granero de España». Aunque el cultivo por tradición más extendido era el trigo, desde la década de 1960 ha ido ganado terreno la producción de cebada. A estos dos cereales les siguen, en número de hectáreas cultivadas y volumen de producción, el centeno y la avena. Además de las leguminosas, como las algarrobas y los garbanzos, se ha extendido el cultivo del girasol en las campiñas meridionales.
El viñedo (56.337 ha) vio cómo decrecía considerablemente el número de sus hectáreas cultivadas durante las tres últimas décadas del siglo XX; sin embargo, la aplicación de las más modernas técnicas de crianza ha mejorado de modo notable los vinos castellanoleoneses, que rivalizan en calidad con los de La Rioja y comienzan a ser conocidos fuera de las fronteras españolas. Las principales zonas vitivinícolas de la región son D.O. Ribera del Duero, D.O. Rueda, D.O. Toro, D.O. Bierzo, D.O. Arribes y D.O. Tierras de León. En las tierras de regadío se cultiva remolacha azucarera, un producto que ha estado subvencionado por las autoridades autonómicas, la patata, la alfalfa y las hortalizas. En la provincia de León también se siembran maíz, lúpulo y leguminosas.
Activos agrarios
Castilla y León tiene unos 92.600 activos agrarios (alrededor del 10 % de la población activa), de los cuales 88.000 están ocupados y un 5 % del total se encuentra en paro, según datos de 2001.
Por provincias, la población ocupada agraria en Ávila es de 9.400 personas, en Burgos y en Palencia es de 8.100, en León trabajan en el sector unas 18.300 personas, en Salamanca unas 9.200, en Segovia unas 6.400, en Soria 5.600, en Valladolid 8.300 y en Zamora unas 14.600 personas. El sector agrícola y ganadero de la región representa el 7,6 % del total en España.
Ganadería
La ganadería representa una parte importante de la producción final agraria. Al lado de las pequeñas unidades pecuarias, que proliferan en las comarcas de preeminente dedicación agrícola o en los espacios de montaña, aparece ahora una moderna actividad ganadera, con granjas de vacunos, porcinos y ovinos, de desarrollo. Dichas granjas están orientadas tanto a la producción de carne como al suministro de leche a las cooperativas que canalizan su posterior comercialización, ya que la producción lechera de Castilla y León —superior al millón y medio de litros anual— es la segunda en volumen de España, sólo superada por la de Galicia.
Así pues, las pequeñas explotaciones pecuarias tienden a desaparecer, en buena medida por efecto de la despoblación rural y la consiguiente pérdida de mano de obra. El pastoreo trashumante se conserva en algunas zonas; grandes rebaños, principalmente de ovejas, recorren cada año cientos de kilómetros desde las tierras llanas hasta los terrenos con pastos de las montañas como en el Bierzo, los valles cantábricos de León, la sierra de Gredos o los Picos de Urbión. Se trata de trabajo duro que cada vez cuenta con menor mano de obra, habiendo constituido con anterioridad un testimonio de primera importancia sobre la historia y las raíces culturales del pueblo castellanoleonés.
La cabaña ovina es la más numerosa, con 5.425.000 cabezas, seguida por la porcina (2.800.000) y la bovina (1.200.000). A mucha distancia está la ganadería caprina (166.200 cabezas) y equina (71.700 entre caballos, mulas y asnos). La mayor producción de carne corresponde a la de porcino (241.700 t), seguida de la bovina (89.400 t) y la de aves (66.000 t); en la producción de lana Castilla y León encabeza el balance nacional con 7.500 t.
Explotación forestal
En Castilla y León existen unas 1.900.000 ha desarboladas, que representan el 40 % de la superficie forestal total. Esta deforestación se debe principalmente a la mano del hombre que, a lo largo de los siglos, ha hecho desaparecer bosques dejando paso a terrenos de vegetación no arbórea. Poco a poco, con el abandono de las zonas rurales y la política de repoblación forestal del gobierno castellanoleonés, esta situación ha ido invirtiéndose.
Sector secundario
Industria
Durante 2000, la industria de Castilla y León ocupaba el 18 % de la población activa y aportaba el 25 % del PIB. Tanto en Burgos como en Valladolid, donde hay una importante industria automovilística, papelera y química, se concentra la mayoría de la actividad industrial del territorio castellanoleonés alimentaria derivada de la explotación agraria y ganadera, con harina, aceite de girasol y vinos, entre otras.
Los principales polos industriales de la comunidad son: Valladolid (21054 trabajadores dedicados al sector), Burgos (20217), Aranda de Duero (4872), León (4521) y Ponferrada (4270).[16]
Otras industrias son la del textil en Béjar, la de las tejas y los ladrillos en Palencia, la azucarera en León, Valladolid, Toro, Miranda y Benavente, la farmacéutica en León, Valladolid y principalmente en Aranda de Duero con una factoría del grupo GlaxoSmithKline, la metalúrgica y siderúrgica en Ponferrada y la química en Miranda de Ebro y Valladolid, la aeronáutica en Valladolid. En las capitales restantes hay una industria alimentaria derivada de la explotación agraria y ganadera, con harina, aceite de girasol y vinos, entre otras. Esta industria agroalimentaria regional está abanderada por Leche Pascual con sede en Aranda de Duero.
Explotación minera
En Castilla y León, la actividad minera adquirió gran importancia en la época romana, cuando se trazó una calzada, la vía de la Plata, para trasladar el oro extraído en los yacimientos de las Médulas, en la comarca leonesa de El Bierzo, la ruta partía de Asturica Augusta (Astorga) hasta Emerita Augusta (Mérida) e Hispalis (Sevilla).
Siglos después, tras la guerra civil española, la minería fue uno de los factores que contribuyeron al desarrollo económico de la región. Sin embargo, la producción de hierro, estaño y wolframio decayó notablemente a partir de la década de 1970, mientras que las minas de hulla y antracita se mantenían gracias a la demanda interior de carbón para las centrales térmicas. La reconversión económica que afectó a las zonas mineras leonesas durante las décadas de 1980 y 1990 supuso el cierre de numerosas minas, el empobrecimiento social, con un brusco incremento del desempleo y el inicio de un nuevo movimiento migratorio hacia otras regiones españolas. Pese a las inversiones del Plan de Actuación Minera de la Junta de Castilla y León, las tradicionales explotaciones carboníferas han entrado en una dura crisis.
Tasa de desempleo
En julio de 2009, en plena crisis económica, el paro alcanzó el 14.14% de la población,[14] cuando en 2007 era la mitad, 6.99%.[15]
Sector primario
El campo
Pueblo de Villarejo de Órbigo, León, típica población rural de la Ribera del Órbigo.
Los campos de Castilla y León son áridos y secos aunque muy fértiles, predominando en ellos el cultivo de secano. Pese a eso, el regadío ha ido ganando importancia en las zonas de los valles del Duero, el Pisuerga y el Tormes. La escasa orografía y la mejora de comunicaciones ha favorecido la entrada de innovaciones técnicas en todo el proceso de producción agrícola, sobre todo en áreas como la Provincia de Valladolid o la Provincia de Burgos donde la producción por hectárea es de las más elevadas de España. El área más fértil castellanoleonesa coincide con el valle del Esla, en León, en los campos de Valladolid y en Tierra de Campos, una comarca que se extiende entre Zamora, Valladolid, Palencia y León.
Uso del suelo cultivable
Vinos con Denominación de Origen de Castilla y León
Castilla y León dispone de una superficie agrícola cercana a los 5.783.831 hectáreas, lo cual supone más de la mitad del total de la superficie de su territorio total. La mayor parte de las tierras de labor son de secano, debido al clima y a las escasas lluvias. Sólo un 10 % de la superficie se explota en régimen de regadío, con parcelas de producción intensiva, mucho más rentables que los cultivos de secano.
Pese al descenso de la población en las zonas rurales, la producción agrícola castellanoleonesa todavía representa un 15 % del sector primario español y su media de ocupación es inferior a la de otras comunidades autónomas.
Tipos de cultivo
Castilla y León constituye una de las principales zonas cerealísticas españolas. Como el dicho popular dice: «Castilla, granero de España». Aunque el cultivo por tradición más extendido era el trigo, desde la década de 1960 ha ido ganado terreno la producción de cebada. A estos dos cereales les siguen, en número de hectáreas cultivadas y volumen de producción, el centeno y la avena. Además de las leguminosas, como las algarrobas y los garbanzos, se ha extendido el cultivo del girasol en las campiñas meridionales.
El viñedo (56.337 ha) vio cómo decrecía considerablemente el número de sus hectáreas cultivadas durante las tres últimas décadas del siglo XX; sin embargo, la aplicación de las más modernas técnicas de crianza ha mejorado de modo notable los vinos castellanoleoneses, que rivalizan en calidad con los de La Rioja y comienzan a ser conocidos fuera de las fronteras españolas. Las principales zonas vitivinícolas de la región son D.O. Ribera del Duero, D.O. Rueda, D.O. Toro, D.O. Bierzo, D.O. Arribes y D.O. Tierras de León. En las tierras de regadío se cultiva remolacha azucarera, un producto que ha estado subvencionado por las autoridades autonómicas, la patata, la alfalfa y las hortalizas. En la provincia de León también se siembran maíz, lúpulo y leguminosas.
Activos agrarios
Castilla y León tiene unos 92.600 activos agrarios (alrededor del 10 % de la población activa), de los cuales 88.000 están ocupados y un 5 % del total se encuentra en paro, según datos de 2001.
Por provincias, la población ocupada agraria en Ávila es de 9.400 personas, en Burgos y en Palencia es de 8.100, en León trabajan en el sector unas 18.300 personas, en Salamanca unas 9.200, en Segovia unas 6.400, en Soria 5.600, en Valladolid 8.300 y en Zamora unas 14.600 personas. El sector agrícola y ganadero de la región representa el 7,6 % del total en España.
Ganadería
La ganadería representa una parte importante de la producción final agraria. Al lado de las pequeñas unidades pecuarias, que proliferan en las comarcas de preeminente dedicación agrícola o en los espacios de montaña, aparece ahora una moderna actividad ganadera, con granjas de vacunos, porcinos y ovinos, de desarrollo. Dichas granjas están orientadas tanto a la producción de carne como al suministro de leche a las cooperativas que canalizan su posterior comercialización, ya que la producción lechera de Castilla y León —superior al millón y medio de litros anual— es la segunda en volumen de España, sólo superada por la de Galicia.
Así pues, las pequeñas explotaciones pecuarias tienden a desaparecer, en buena medida por efecto de la despoblación rural y la consiguiente pérdida de mano de obra. El pastoreo trashumante se conserva en algunas zonas; grandes rebaños, principalmente de ovejas, recorren cada año cientos de kilómetros desde las tierras llanas hasta los terrenos con pastos de las montañas como en el Bierzo, los valles cantábricos de León, la sierra de Gredos o los Picos de Urbión. Se trata de trabajo duro que cada vez cuenta con menor mano de obra, habiendo constituido con anterioridad un testimonio de primera importancia sobre la historia y las raíces culturales del pueblo castellanoleonés.
La cabaña ovina es la más numerosa, con 5.425.000 cabezas, seguida por la porcina (2.800.000) y la bovina (1.200.000). A mucha distancia está la ganadería caprina (166.200 cabezas) y equina (71.700 entre caballos, mulas y asnos). La mayor producción de carne corresponde a la de porcino (241.700 t), seguida de la bovina (89.400 t) y la de aves (66.000 t); en la producción de lana Castilla y León encabeza el balance nacional con 7.500 t.
Explotación forestal
En Castilla y León existen unas 1.900.000 ha desarboladas, que representan el 40 % de la superficie forestal total. Esta deforestación se debe principalmente a la mano del hombre que, a lo largo de los siglos, ha hecho desaparecer bosques dejando paso a terrenos de vegetación no arbórea. Poco a poco, con el abandono de las zonas rurales y la política de repoblación forestal del gobierno castellanoleonés, esta situación ha ido invirtiéndose.
Sector secundario
Industria
Durante 2000, la industria de Castilla y León ocupaba el 18 % de la población activa y aportaba el 25 % del PIB. Tanto en Burgos como en Valladolid, donde hay una importante industria automovilística, papelera y química, se concentra la mayoría de la actividad industrial del territorio castellanoleonés alimentaria derivada de la explotación agraria y ganadera, con harina, aceite de girasol y vinos, entre otras.
Los principales polos industriales de la comunidad son: Valladolid (21054 trabajadores dedicados al sector), Burgos (20217), Aranda de Duero (4872), León (4521) y Ponferrada (4270).[16]
Otras industrias son la del textil en Béjar, la de las tejas y los ladrillos en Palencia, la azucarera en León, Valladolid, Toro, Miranda y Benavente, la farmacéutica en León, Valladolid y principalmente en Aranda de Duero con una factoría del grupo GlaxoSmithKline, la metalúrgica y siderúrgica en Ponferrada y la química en Miranda de Ebro y Valladolid, la aeronáutica en Valladolid. En las capitales restantes hay una industria alimentaria derivada de la explotación agraria y ganadera, con harina, aceite de girasol y vinos, entre otras. Esta industria agroalimentaria regional está abanderada por Leche Pascual con sede en Aranda de Duero.
Explotación minera
En Castilla y León, la actividad minera adquirió gran importancia en la época romana, cuando se trazó una calzada, la vía de la Plata, para trasladar el oro extraído en los yacimientos de las Médulas, en la comarca leonesa de El Bierzo, la ruta partía de Asturica Augusta (Astorga) hasta Emerita Augusta (Mérida) e Hispalis (Sevilla).
Siglos después, tras la guerra civil española, la minería fue uno de los factores que contribuyeron al desarrollo económico de la región. Sin embargo, la producción de hierro, estaño y wolframio decayó notablemente a partir de la década de 1970, mientras que las minas de hulla y antracita se mantenían gracias a la demanda interior de carbón para las centrales térmicas. La reconversión económica que afectó a las zonas mineras leonesas durante las décadas de 1980 y 1990 supuso el cierre de numerosas minas, el empobrecimiento social, con un brusco incremento del desempleo y el inicio de un nuevo movimiento migratorio hacia otras regiones españolas. Pese a las inversiones del Plan de Actuación Minera de la Junta de Castilla y León, las tradicionales explotaciones carboníferas han entrado en una dura crisis.
Fuentes de energía
Además de la cuenca norte, en las de los ríos Duero y Ebro hay numerosas centrales hidroeléctricas que permiten a Castilla y León ser una de las primeras comunidades autónomas productoras de energía eléctrica. Entre otras están las de Burguillo, Rioscuro, Las Ondinas, Cornatel, Bárcena, Aldeadávila I y II, Saucelle I y II, Castro I y II, Villalcampo I y II, Valparaíso y Ricobayo I y II.
La potencia hidráulica instalada totaliza 3.992 MW y la producción anual es de 5.417 GWh. La producción de energía nuclear es de 3.483 GWh y la térmica de carbón de 16.956 GWh, totalizando así una producción global de 25.856 GWh. La central nuclear es la de Santa María de Garoña (Burgos) y las centrales térmicas son las siguientes:
En esta comunidad también se produce energía de origen eólico, con más de 100 parques en funcionamiento, destaca la provincia de Burgos con 46, y un total de 3.128 MW de potencia. Entre las energías no renovables también está el gas natural (194 MW de potencia instalada) y el fuel-gasoil (69 MW).
Las provincias de Valladolid y de Burgos son las regiones más avanzadas económicamente, teniendo un PIB per cápita superior a la media nacional. Aun así, el PIB per cápita medio de la comunidad de Castilla y León se encuentra levemente por debajo de dicha media, en 21.244 euros por habitante.
Las provincias de Valladolid y de Burgos son las regiones más avanzadas económicamente, teniendo un PIB per cápita superior a la media nacional. Aun así, el PIB per cápita medio de la comunidad de Castilla y León se encuentra levemente por debajo de dicha media, en 21.244 euros por habitante.
Sector terciario
Turismo
A lo largo de la década de 1990 creció la afluencia turística a Castilla y León, propiciada sobre todo por el valor histórico y cultural de sus ciudades y también por el atractivo natural y paisajístico de sus distintas comarcas. En 2001, Castilla y León recibió unos 315.000 visitantes, 42.000 de los cuales eran extranjeros. Las ciudades patrimonio de la humanidad: Salamanca, Ávila y Segovia, el camino de Santiago que pasa por las provincias de Burgos, Palencia y León, y la villa ducal de Lerma (Burgos), son los grandes puntales del turismo cultural en Castilla y León.
Comercio
El comercio interior de Castilla y León se concentra en el sector de la alimentación, la automoción, el tejido y el calzado. Para el comercio exterior, según la región, se exportan principalmente vehículos y chasis de automóviles en Ávila, Palencia y Valladolid, neumáticos en Burgos y Valladolid, barras de acero y manufacturas de pizarra en León, carne de bovino en Salamanca, cerdos en Segovia, manufacturas de caucho en Soria y carne de cabra y oveja, junto con vino, en Zamora.
Castilla y León también exporta mucho vino, siendo Valladolid la que más botellas vende al extranjero. Por lo que se refiere a la importación, van a la cabeza los vehículos y sus accesorios, como los motores o los neumáticos. La Región también importa principalmente productos de Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Portugal y los EE.UU. y exporta mayoritariamente hacia los países de la Comunidad Europea y a Turquía, Israel y EE.UU..
Turismo
A lo largo de la década de 1990 creció la afluencia turística a Castilla y León, propiciada sobre todo por el valor histórico y cultural de sus ciudades y también por el atractivo natural y paisajístico de sus distintas comarcas. En 2001, Castilla y León recibió unos 315.000 visitantes, 42.000 de los cuales eran extranjeros. Las ciudades patrimonio de la humanidad: Salamanca, Ávila y Segovia, el camino de Santiago que pasa por las provincias de Burgos, Palencia y León, y la villa ducal de Lerma (Burgos), son los grandes puntales del turismo cultural en Castilla y León.
Comercio
El comercio interior de Castilla y León se concentra en el sector de la alimentación, la automoción, el tejido y el calzado. Para el comercio exterior, según la región, se exportan principalmente vehículos y chasis de automóviles en Ávila, Palencia y Valladolid, neumáticos en Burgos y Valladolid, barras de acero y manufacturas de pizarra en León, carne de bovino en Salamanca, cerdos en Segovia, manufacturas de caucho en Soria y carne de cabra y oveja, junto con vino, en Zamora.
Castilla y León también exporta mucho vino, siendo Valladolid la que más botellas vende al extranjero. Por lo que se refiere a la importación, van a la cabeza los vehículos y sus accesorios, como los motores o los neumáticos. La Región también importa principalmente productos de Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Portugal y los EE.UU. y exporta mayoritariamente hacia los países de la Comunidad Europea y a Turquía, Israel y EE.UU..
Flora y vegetación
Vegetación de montaña en la Sierra de Guadarrama, provincia de Segovia.
Las encina y sabinas solitarias que ahora dibujan la llanura castellanoleonesa son restos de los bosques que cubrieron hace tiempo estas mismas tierras. Las explotaciones agropecuarias, debido a la necesidad de tierras para el cultivo del cereal y de pastos para los inmensos rebaños de la Mesta castellana, supuso la deforestación de estas tierras durante la Edad Media. Los últimos bosques castellanoleoneses de sabina se encuentran en las provincias de Soria y Burgos. Son bosques poco frondosos que pueden formar comunidades mixtas con encinas, quejigo o pino.
La vertiente castellanoleonesa de las montañas cantábricas y las estribaciones del norte del sistema Ibérico cuentan con una rica vegetación. Las laderas más húmedas y frescas están pobladas por grandes hayedos, cuya área de extensión puede alcanzar los 1.500 m de altitud. A su vez, el haya forma bosques mixtos con el tejo, el serbal, el mostajo, el acebo y el abedul. En las laderas de solana proliferan el roble albar, el carballo, el fresno, el tilo, el castaño, el abedul y el pinar de Lillo, una especie típica del norte de la provincia de León.
Valle de Mena, Provincia de Burgos
En las laderas inferiores del sistema Central perviven amplias extensiones de encinar. A un nivel superior, entre los 1.000 y 1.100 m de altitud, abundan los castañares. Por encima de ellos predomina el roble pirenaico, muy resistente a los fríos, cuyo estrato se prolonga hasta los 1.700 m. Sin embargo, muchos robledales han desaparecido, talados por el hombre y sustituidos por pinos de repoblación. Los principales pinares nativos se encuentran en la sierra de Guadarrama. Las zonas subalpinas situadas entre los 1.700 y los 2.200 m acogen matorrales de piornos y enebros. Buena parte de la provincia de Salamanca, sobre todo en las comarcas de Salices y Ciudad Rodrigo, está ocupada por dehesas, un tipo de bosque parecido al de las sabanas africanas, con encinas, alcornoques, quejigos y rebollos. La provincia de Salamanca y la de Valladolid en la región de Rueda (Valladolid) cuenta también con los únicos olivares castellanoleoneses, ya que estos árboles no crecen en ninguna de las otras regiones de Castilla y León. También cabe destacar las regiones vinícolas con vinos de muy buena calidad como pueden ser los de Toro, los de Ribera del Duero (Valladolid, Burgos, Soria) los de Rueda, o los de Cigales.
Vegetación de montaña en la Sierra de Guadarrama, provincia de Segovia.
Las encina y sabinas solitarias que ahora dibujan la llanura castellanoleonesa son restos de los bosques que cubrieron hace tiempo estas mismas tierras. Las explotaciones agropecuarias, debido a la necesidad de tierras para el cultivo del cereal y de pastos para los inmensos rebaños de la Mesta castellana, supuso la deforestación de estas tierras durante la Edad Media. Los últimos bosques castellanoleoneses de sabina se encuentran en las provincias de Soria y Burgos. Son bosques poco frondosos que pueden formar comunidades mixtas con encinas, quejigo o pino.
La vertiente castellanoleonesa de las montañas cantábricas y las estribaciones del norte del sistema Ibérico cuentan con una rica vegetación. Las laderas más húmedas y frescas están pobladas por grandes hayedos, cuya área de extensión puede alcanzar los 1.500 m de altitud. A su vez, el haya forma bosques mixtos con el tejo, el serbal, el mostajo, el acebo y el abedul. En las laderas de solana proliferan el roble albar, el carballo, el fresno, el tilo, el castaño, el abedul y el pinar de Lillo, una especie típica del norte de la provincia de León.
Valle de Mena, Provincia de Burgos
En las laderas inferiores del sistema Central perviven amplias extensiones de encinar. A un nivel superior, entre los 1.000 y 1.100 m de altitud, abundan los castañares. Por encima de ellos predomina el roble pirenaico, muy resistente a los fríos, cuyo estrato se prolonga hasta los 1.700 m. Sin embargo, muchos robledales han desaparecido, talados por el hombre y sustituidos por pinos de repoblación. Los principales pinares nativos se encuentran en la sierra de Guadarrama. Las zonas subalpinas situadas entre los 1.700 y los 2.200 m acogen matorrales de piornos y enebros. Buena parte de la provincia de Salamanca, sobre todo en las comarcas de Salices y Ciudad Rodrigo, está ocupada por dehesas, un tipo de bosque parecido al de las sabanas africanas, con encinas, alcornoques, quejigos y rebollos. La provincia de Salamanca y la de Valladolid en la región de Rueda (Valladolid) cuenta también con los únicos olivares castellanoleoneses, ya que estos árboles no crecen en ninguna de las otras regiones de Castilla y León. También cabe destacar las regiones vinícolas con vinos de muy buena calidad como pueden ser los de Toro, los de Ribera del Duero (Valladolid, Burgos, Soria) los de Rueda, o los de Cigales.
Zoología
Oso pardo (Prov. de Palencia)
Castilla y León presenta una gran diversidad faunística. Existen numerosas especies y algunas de ellas tienen especial interés por su singularidad, como algunas especies endémicas, o bien por su escasez como por ejemplo el oso pardo. Se han contabilizado 418 especies de vertebrados, que constituyen el 63 % de todos los vertebrados que habitan en España. Animales adaptados a la vida en la alta montaña, habitantes de roquedos, moradores de cursos fluviales, especies de llanura y residentes forestales forman el mosaico de la fauna castellanoleonesa.
El aislamiento a que están sometidas las altas cumbres propicia la existencia de abundantes endemismos como es el caso de la cabra montés (Capra pyrenaica victoriae), que en Gredos constituye una subespecie única en la Península. El topillo nival (Microtus nivalis) es un gracioso micromamífero de color pardo grisáceo y larga cola que vive en espacios abiertos por encima del límite de los árboles.
Pequeños y grandes mamíferos como ardilla, lirón, topo, marta, garduña, zorro, gato montés, lobo, bastante abundantes en algunas áreas, jabalí, ciervo, corzo y, únicamente en la cordillera Cantábrica, algunos ejemplares de oso pardo suelen frecuentar los bosques caducifolios, aunque algunas especies se extienden también a los bosques de coníferas y al monte bajo. El gato montés (Felis silvestris) es ligeramente mayor que un gato doméstico, tiene la cola corta y robusta, con anillos oscuros y el pelaje rayado. El lince ibérico (Lynx pardina), sin embargo, vive casi únicamente en zonas de matorral mediterráneo.
Urogallo (prov. de Burgos)
También se encuentran en este ambiente pequeños reptiles como la culebra de escalera, la culebra lisa meridional y la culebra de esculapio. La culebra lisa europea (Coronella austriaca) puede encontrarse desde el nivel del mar hasta los 1.800 m de altura y en la comunidad tiende a vivir en las alturas. Más arriba todavía, en las zonas rocosas del piso subalpino a unos 2.400 m de altitud. vive la lagartija serrana (Lacerta monticola cyreni), uno de los pocos reptiles adaptados a estas alturas.
En los ríos de montaña viven las nutrias y los desmanes y en sus aguas las truchas, las anguilas, los piscardos y algunos de los cada vez más escasos cangrejos de río autóctonos. La nutria (Lutra lutra) y los desmanes (Galemys pyrenaica) son dos mamíferos de hábitos acuáticos y muy buenos nadadores. La nutria se alimenta principalmente de peces, mientras que el desmán busca su comida entre los invertebrados acuáticos que habitan en el lecho de los ríos. En tramos inferiores de aguas más tranquilas nadan los barbos y las carpas. Entre los anfibios, los tritones y como especies destacables: la salamandra de Almanzor (Salamandra salamandra almanzoris) y el sapo de Gredos (Bufo bufo gredosicola), que son dos subespecies endémicas del sistema Central.
Donde los ríos se encajonan formando hoces y cañones viven sobre las rocas las aves rupícolas como el buitre común, el buitre negro, el alimoche, el águila real o el halcón peregrino. El alimoche (Neophron percnopterus), un buitre de pequeño tamaño, es de color blanquinegro con la cabeza amarilla. Aguas abajo y en sus orillas entre la exuberante vegetación forman sus colonias los martinetes y las garzas reales y se encuentra el reyezuelo, el pájaro moscón, la abubilla y el martín pescador.
cabra montés (prov. de Ávila)
Entre las aves que pueblan los bosques mediterráneos abiertos viven dos especies en peligro de extinción: la cigüeña negra (Ciconia nigra) y el águila imperial ibérica (Aquila adalberti). La cigüeña negra, mucho más rara que su congénere la cigüeña blanca, es de hábitos solitarios y vive alejada del hombre. El águila imperial ibérica anida en los árboles y se alimenta sobre todo de conejos, pero también de aves, reptiles y carroña.
En los bosques de coníferas viven entre otros el agateador, el carbonero garrapinos y el trepador azul (Sitta europaea), un pájaro de dorso gris y flancos rojizo-anaranjados que anida en agujeros a los que estrecha la entrada con barro. El urogallo (Tetrao urogallus) es un gallo muy oscuro y grande que vive en ambientes forestales, por lo que es muy difícil observarlo. Entre las rapaces forestales se encuentran el azor, el gavilán o el cárabo, que atacan con frecuencia a otras aves de menor tamaño como arrendajos, pitos, pinzones, picapinos y currucas.
La avutarda (Otis tarda) frecuenta las llanuras despejadas con cultivos de secano; es de gran tamaño y tiene la cabeza y cuello grisáceos y el dorso pardo. En los humedales castellanoleoneses se concentran durante el invierno numerosos ejemplares de Ansar común (Anser anser), que se reproduce en el norte de Europa y visita la zona en invierno.
Oso pardo (Prov. de Palencia)
Castilla y León presenta una gran diversidad faunística. Existen numerosas especies y algunas de ellas tienen especial interés por su singularidad, como algunas especies endémicas, o bien por su escasez como por ejemplo el oso pardo. Se han contabilizado 418 especies de vertebrados, que constituyen el 63 % de todos los vertebrados que habitan en España. Animales adaptados a la vida en la alta montaña, habitantes de roquedos, moradores de cursos fluviales, especies de llanura y residentes forestales forman el mosaico de la fauna castellanoleonesa.
El aislamiento a que están sometidas las altas cumbres propicia la existencia de abundantes endemismos como es el caso de la cabra montés (Capra pyrenaica victoriae), que en Gredos constituye una subespecie única en la Península. El topillo nival (Microtus nivalis) es un gracioso micromamífero de color pardo grisáceo y larga cola que vive en espacios abiertos por encima del límite de los árboles.
Pequeños y grandes mamíferos como ardilla, lirón, topo, marta, garduña, zorro, gato montés, lobo, bastante abundantes en algunas áreas, jabalí, ciervo, corzo y, únicamente en la cordillera Cantábrica, algunos ejemplares de oso pardo suelen frecuentar los bosques caducifolios, aunque algunas especies se extienden también a los bosques de coníferas y al monte bajo. El gato montés (Felis silvestris) es ligeramente mayor que un gato doméstico, tiene la cola corta y robusta, con anillos oscuros y el pelaje rayado. El lince ibérico (Lynx pardina), sin embargo, vive casi únicamente en zonas de matorral mediterráneo.
Urogallo (prov. de Burgos)
También se encuentran en este ambiente pequeños reptiles como la culebra de escalera, la culebra lisa meridional y la culebra de esculapio. La culebra lisa europea (Coronella austriaca) puede encontrarse desde el nivel del mar hasta los 1.800 m de altura y en la comunidad tiende a vivir en las alturas. Más arriba todavía, en las zonas rocosas del piso subalpino a unos 2.400 m de altitud. vive la lagartija serrana (Lacerta monticola cyreni), uno de los pocos reptiles adaptados a estas alturas.
En los ríos de montaña viven las nutrias y los desmanes y en sus aguas las truchas, las anguilas, los piscardos y algunos de los cada vez más escasos cangrejos de río autóctonos. La nutria (Lutra lutra) y los desmanes (Galemys pyrenaica) son dos mamíferos de hábitos acuáticos y muy buenos nadadores. La nutria se alimenta principalmente de peces, mientras que el desmán busca su comida entre los invertebrados acuáticos que habitan en el lecho de los ríos. En tramos inferiores de aguas más tranquilas nadan los barbos y las carpas. Entre los anfibios, los tritones y como especies destacables: la salamandra de Almanzor (Salamandra salamandra almanzoris) y el sapo de Gredos (Bufo bufo gredosicola), que son dos subespecies endémicas del sistema Central.
Donde los ríos se encajonan formando hoces y cañones viven sobre las rocas las aves rupícolas como el buitre común, el buitre negro, el alimoche, el águila real o el halcón peregrino. El alimoche (Neophron percnopterus), un buitre de pequeño tamaño, es de color blanquinegro con la cabeza amarilla. Aguas abajo y en sus orillas entre la exuberante vegetación forman sus colonias los martinetes y las garzas reales y se encuentra el reyezuelo, el pájaro moscón, la abubilla y el martín pescador.
cabra montés (prov. de Ávila)
Entre las aves que pueblan los bosques mediterráneos abiertos viven dos especies en peligro de extinción: la cigüeña negra (Ciconia nigra) y el águila imperial ibérica (Aquila adalberti). La cigüeña negra, mucho más rara que su congénere la cigüeña blanca, es de hábitos solitarios y vive alejada del hombre. El águila imperial ibérica anida en los árboles y se alimenta sobre todo de conejos, pero también de aves, reptiles y carroña.
En los bosques de coníferas viven entre otros el agateador, el carbonero garrapinos y el trepador azul (Sitta europaea), un pájaro de dorso gris y flancos rojizo-anaranjados que anida en agujeros a los que estrecha la entrada con barro. El urogallo (Tetrao urogallus) es un gallo muy oscuro y grande que vive en ambientes forestales, por lo que es muy difícil observarlo. Entre las rapaces forestales se encuentran el azor, el gavilán o el cárabo, que atacan con frecuencia a otras aves de menor tamaño como arrendajos, pitos, pinzones, picapinos y currucas.
La avutarda (Otis tarda) frecuenta las llanuras despejadas con cultivos de secano; es de gran tamaño y tiene la cabeza y cuello grisáceos y el dorso pardo. En los humedales castellanoleoneses se concentran durante el invierno numerosos ejemplares de Ansar común (Anser anser), que se reproduce en el norte de Europa y visita la zona en invierno.
Centrales térmicas en Castilla y León
Nombre
Localidad
Provincia
Propietario
Central térmica de Anllares
Páramo del Sil
León
Unión Fenosa, Endesa
Central térmica de Compostilla II
Cubillos del Sil
León
Endesa
Central térmica de La Robla
La Robla
León
Unión Fenosa
Central térmica de Velilla
Velilla del Río Carrión
Palencia
Iberdrola[17]
Nombre
Trayecto
Ciudades importantes de Castilla y León por donde pasa
A-1 Autovía y AP-1 autopista del Norte
Madrid – Burgos – Irún
Sepúlveda, Aranda de Duero, Lerma, Burgos, Briviesca y Miranda de Ebro
A-2 Autovía del Nordeste
Madrid – Barcelona
Medinaceli
A-6 Autovía y AP-6 autopista del Noroeste
Madrid – La Coruña
San Rafael, Villacastín, Arévalo, Medina del Campo, Tordesillas, Villalpando,Benavente, La Bañeza, Astorga, Bembibre y Ponferrada
A-11 Autovía del Duero
Zamora – Tudela de Duero (Se ampliará)
Zamora, Toro, Tordesillas, Valladolid , Tudela de Duero , (Peñafiel y Aranda de Duero, por N-122).
A-50 Autovía de la Cultura
Salamanca – Ávila
Salamanca y Ávila
AP-51 Conexión Ávila
Villacastín – Ávila
Villacastín y Ávila
A-52 Autovía de las Rías Bajas
Benavente – Vigo
Benavente y Puebla de Sanabria
AP-61 Conexión Segovia
San Rafael – Segovia
San Rafael y Segovia
A-62 Autovía de Castilla
Burgos – Fuentes de Oñoro
Burgos, Palencia, Valladolid, Tordesillas, Salamanca y Ciudad Rodrigo
A-66 Autovía y AP-66 autopista de la Plata
Gijón – Sevilla (Incompleta)
Salamanca, Zamora, Benavente y León
A-67 Autovía Cantabria-Meseta
Palencia – Santander
Palencia, Frómista, Osorno la Mayor, Aguilar de Campoo
AP-71 Autopista León-Astorga
León – Astorga
León y Astorga
A-231 Autovía del Camino de Santiago
León – Burgos
León, Sahagún, Carrión de los Condes y Burgos
A-601 Autovía Valladolid-Segovia
Valladolid - Segovia
Valladolid, Cuéllar, Segovia
Población de las ciudades con más de 20.000 habitantes (Fuente: INE, 1 de enero de 2008):
Ciudad
Población
Ciudad
Población
Ciudad
Población
Valladolid
318.461
Ponferrada
66.824
Soria
39.078
Burgos
177.879
Zamora
66.138
Aranda de Duero
32.460
Salamanca
155.740
Segovia
56.858
San Andrés del Rabanedo
30.217
León
135.119
Ávila
56.144
Laguna de Duero
21.483
Palencia
82.626
Miranda de Ebro
39.589
Medina del Campo
21.256
Organizaciones políticas
Partido político
Elecciones Autonómicas 2007[20]
Elecciones Autonómicas 2003
Elecciones Autonómicas 1999
Porcentaje
Escaños
Porcentaje
Escaños
Porcentaje
Escaños
Partido Popular de Castilla y León
49'41%
48
48'56%
48
51'96%
48
Partido Socialista de Castilla y León
37'49%
33
36'74%
32
33'86%
30
Unión del Pueblo Leonés
2'74%
2
3'88%
3
3'81%
3
Izquierda Unida LVCyL
3'09%
0
3'43%
0
5'59%
1
Tierra Comunera - ACAL
1'16%
0
1'19%
0
1'42%
1
Partido político
Elecciones Autonómicas 2007[20]
Elecciones Autonómicas 2003
Elecciones Autonómicas 1999
Porcentaje
Escaños
Porcentaje
Escaños
Porcentaje
Escaños
Partido Popular de Castilla y León
49'41%
48
48'56%
48
51'96%
48
Partido Socialista de Castilla y León
37'49%
33
36'74%
32
33'86%
30
Unión del Pueblo Leonés
2'74%
2
3'88%
3
3'81%
3
Izquierda Unida LVCyL
3'09%
0
3'43%
0
5'59%
1
Tierra Comunera - ACAL
1'16%
0
1'19%
0
1'42%
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